El año que se va y en pocos meses, Cordobeis registró parte de la historia del beisbol en la región de Córdoba con más éxitos que fracasos.
Fuimos testigos de cientos de emocionantes jugadas, lanzamientos decisivos, sorprendentes hombres y mujeres que hicieron de cada jugada una hazaña personal y fueron heroínas y héroes que se llevaron la sonrisa propia y la ajena a casa para recordarla para siempre, así haya sido al plano amateur.
El año que se va y desde septiembre que Cordobeis abrió su espacio, se registraron en el sitio y blog el campeonat de Per-Gom en el torneo dominical, el ingreso de los nuevos elementos al salón de la fama de la Liga Cordobesa de Beisbol, del campeonato estatal de los veteranos, el campeonato intersemanal obtenido por Rogers-Bar Victoria y la entrega de trofeos de campeones.
Vimos el entusiasmo de los pequeños de la Liga 30 Caballeros y la naciente Liga de Formación, fuimos testigos de las travesuras de Bobby Coyote, de la iluminación histórica del Salomé Barojas y de las emociones que desataron las chicas del softbol.
Fue un año de entusiasmos, de pícaros comentarios, de porras bravas, de reclamos al ampayer, de empujones en el campo, de hombres que se quedaron en la caseta esperando inútilmente que se quitara la lluvia y de muchas, muchas imágenes que subimos a la red tratando de apegarnos lo más posible a la exigencia periodística de informar.
Estuvimos con los Cafeteros en las buenas expectativas y en los malos resultados. Dimos a conocer el róster y los primeros nombres, subimos audio y video de los hombres que darían su esfuerzo por la franela cordobesa, vimos el emocionante despertar del Beisborama que con un batazo, soltó un bostezo que se volvió rugido.
Pero, también vimos el fracaso y el desinterés final administrativo y oficial, el abandono de los jugadores, la crisis financiera de los Cafeteros, los resultados de un equipo que, en teoría, pagó o debería pagar 50 mil pesos por cada una de las ocho derrotas por for feit en las que perdió 9-0 y el doloroso derrumbe del equipo de casa que pasó por el daño al terreno del Coloso de Santa Margarita. Una tragedia muy silenciosa para el dolor de cientos de aficionados.
Con todo, fue un buen año para el beisbol. Gracias por acompañarnos en este recorrido que inició en home y que pasó por la emoción de un batazo que cae a la grama pese a los esfuerzos del jardinero, del tira-tira entre segunda y segunda, de la barrida en el destino final para llegar en safe cantado a todo pulmón por el umpire en medio de una nube de polvo.
Gracias por seguirnos, feliz año y que viva el rey.
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