Editorial.- Tres derrotas en casa son suficientes

"Chivigón" y la responsabilidad de regresar al triunfo con Cafeteros. Foto Archivo/Cordobeis

Se entiende lo que advirtió Rafael 'Chivigón' Castañeda antes de iniciar la temporada, "a veces se gana y a veces se pierde, no se pueden ganar todos los partidos".

Lo preocupante desde ese punto de vista es que pasen tres juegos y se pierdan en casa.

El Beisborama debe para Cafeteros ser un santuario, una fortaleza a la cual, además de los caballeros que luchan en el terreno, es protegida por miles de soldados que se enlistaron el primer día de la temporada.

Lamentablemente, los resultados y las caídas dan como consecuencia que esos soldados en las gradas comiencen a desertar y debiliten el cuartel, el Beisborama.

En los últimos tres juegos, Cafeteros ha caído en casa y el resentimiento comienza a sentirse en palcos y general, abajo, algo debe minar en el ánimo de los jugadores y esto debería ser una alerta oportuna para el equipo de Córdoba, de tal modo de evitar que la afición vea que los Nuevos Cafeteros son igual en resultados que los anteriores Cafeteros.

La ofensiva del equipo le ha dado sólo para dos carreras en los tres últimos juegos, 4-1 y 4-0 cayeron contra el aún colero Rojos de Veracruz, ayer perdieron 2-1 frente a Tigres de Tuxpan y esto mandó a Cafeteros al penúltimo sitio del standing.


Lo peor del caso es que el equipo ha demostrado que tiene potencial ya que se ha dado el lujo de apalear y registrar pizarras de más de 10 carreras, ese es el poder que tienen Cafeteros en los brazos.

Y se demuestra en estadísticas, Horacio Vázquez está peleando en la punta de hits conectados en la liga, José Ignacio Colorado en jonrones, Víctor Hugo Mendoza en carreras producidas y en el porcentaje el mismo Vázquez lidera el top ten junto a Mendoza y Willy Arano.

Tres derrotas en casa son suficientes para minar el ánimo de la afición, 'Chivigón' como líder del Ejército tendrá que hacer los ajustes necesarios, debe transformar el potencial en resultados  y evitar que los soldados abandonen nuevamente la fortaleza que es el Beisborama.